Si te dedicas al márketing digital o trabajas como gestor de comunidad para alguna marca, sabrás que los responsables de algunas empresas creen que aumentar los fans de Facebook y los seguidores en Twitter se traduce directa y rápidamente en más ventas. Pero esto no siempre sucede (al menos, en el corto plazo). Sin embargo, la presencia de una marca en redes sociales tiene otros beneficios inmediatos que, a la larga, se traducirán en un aumento en las ventas.

Aumenta la visibilidad de la marca

Casi todos los clientes potenciales usan las redes sociales. Es muy difícil encontrar, a estas alturas, un sector productivo o un nicho de mercado que no tenga la posibilidad de llegar a sus clientes potenciales a través de las redes sociales. Eso sí, cabría añadir que, para que esta visibilidad sea efectiva, no sólo "es necesario estar", sino también ser activo y ofrecer algo de interés para la audiencia.

El buen contenido aumenta la visibilidad de la marca y, por tanto, es valioso. Dicho de otro modo, la presencia en redes sociales no obliga a comprar al usuario, pero dicho usuario tendrá en cuenta a la marca en el caso de que esté sopesando la posibilidad de comprar un producto o servicio que ofrezca la marca. Si una empresa no está en redes sociales, ni siquiera se acordarán de ella.

Mejora la fidelización a la marca

Los que ya son clientes o usuarios asiduos de los servicios de la empresa, si se ven valorados y tratados con una cierta exclusividad por parte de la marca en los medios sociales, serán más fieles a ella. A menudo es difícil conseguir un nuevo cliente o seguidor, especialmente en los sectores más competitivos. Pero, en caso de lograrlo, las redes sociales son la herramienta perfecta para fidelizarlo.

Aumenta las posibilidades de mejorar las ventas

Cada contenido en las redes sociales, ya sea una entrada en Facebook, un tuit, una fotografía en Instagram mostrando el nuevo producto de la marca o un artículo en el blog hablando de algún asunto de interés para el público objetivo, aumenta las posibilidades de que se logre alguna venta. Esto no significa que cada cien tuits o cada diez artículos se logre convencer a alguien de que elija a esa empresa en particular. Pero ese contenido puede ser compartido y llegar a gente que, como mínimo, tendrá cierta curiosidad por conocer la empresa y, en último término, tal vez quiera comprar sus productos. ¡Y quién sabe si ni siquiera es seguidor de sus redes sociales!

Altas tasas de conversión

¿En qué se diferencia una cuenta personal en redes sociales de una cuenta corporativa? En muchos casos, en nada. Éstas también son gestionadas por personas, de modo que los clientes y posibles compradores están tratando de tú a tú con la marca. Las redes sociales humanizan a la empresa y aumentan las posibilidades de que, finalmente, se produzca una venta.

Mejora la imagen de marca

Los usuarios de redes sociales que no son seguidores de la marca, si comprueban que ésta interactúa con sus clientes, atendiendo sus quejas, contestando a sus preguntas y, en definitiva, ofreciendo una buena atención al cliente, tendrán un buen concepto de esa marca. Muchos consumidores cambian de compañía, no por pagar menos, sino porque buscan un trato de calidad, un trato más humano. Las redes sociales funcionan como un foro público donde demostrar que se sabe cuidar a los clientes.

Ayuda a posicionarse en buscadores

La presencia y actividad en redes sociales aumenta el SEO de la marca, ya que los buscadores tienen en cuenta la actividad en medios sociales. Es importante aparecer en los primeros puestos de los buscadores de internet y la presencia en redes sociales ayuda a conseguirlo, ya que dotan a la empresa de credibilidad y confianza.

Conclusión

Las redes sociales no deben tener como objetivo principal vender más. Sin embargo, en el medio y largo plazo, bien gestionadas, sin duda ayudarán a que las ventas de la marca crezcan. Debes convertirte en una opción para los consumidores que van a gastar su dinero. Que, al menos, te tengan en cuenta.