Aunque la profesión no es ni mucho menos nueva, aún hay mucha gente que no conoce la labor de un Community Manager o gestor de comunidad. Muchos aún piensan que es una persona que se pasa el día en Facebook y Twitter buscando vídeos graciosos y frases ingeniosas. Pero lo cierto es que, en muchos casos, es un trabajo 24/7 porque los seguidores pueden interactuar con la marca cualquier día a cualquier hora.

El gestor de comunidad es un puesto que requiere ciertas aptitudes, que, en ocasiones, pueden parecer casi antagónicas, y, también, mucha preparación. Quizá conozcas algún amigo o familiar que se dedica a esto de las redes sociales y no sepas qué regalarle por no saber muy bien cómo es su día a día. Desde Fanquimia queremos darte ideas para regalar a un Community Manager y explicar, de paso, algunas de sus funciones.

Comunicación

Una de las labores del gestor de comunidad es estar muy al tanto de la actualidad, en especial, de las novedades en tecnología y redes sociales, claro, y en el sector de su marca. Debe, por tanto, seguir blogs y tendencias del sector.

Así, una de las primeras actividades del día, quizá la primera de todas, es revisar los medios: los generalistas, sus blogs preferidos y las publicaciones especializadas. Para acompañar en esta rutina nada como un buen café servido en una taza con un diseño pensado para los que trabajan en redes sociales:

Buena redacción

Un Communiy Manager tiene que saber escribir. Y esto no significa que tenga que convertirse en el próximo Premio Cervantes, sino que debe escribir con una ortografía y gramática impecables. Además, su trabajo le exige tener que hacerlo, en ocasiones, con limitaciones de espacio (los 140 caracteres de Twitter) o en lugares insospechados. Así, muchas veces se ve obligado a contestar un mensaje o a escribir un tuit desde la calle. A nadie le apetece pasar frío en las manos mientras se teclea en el móvil. La solución son estos guantes con tacto digital:

Empatía, inteligencia emocional

Un gestor de comunidad tiene que interactuar con los seguidores, escucharles, comprenderles, en definitiva, tiene que tener una gran capacidad de empatía. Sin embargo, hay trolls que son capaces de hartar al Community Manager más zen del mundo. Para combatir el estrés generado por un usuario obstinadamente maleducado, nada mejor que una muñeca antiestrés rellena de algodón a la que se puede estrujar, golpear o arrojar contra la pared. Y, después, respirar hondo durante diez segundos.

Organización

La organización es esencial en el desempeño del puesto de un gestor de comunidad. Tiene que ocuparse de varias redes sociales y, en algunos casos, trabaja para varias marcas. No se puede crear contenido de valor y monitorizar los resultados de forma eficiente sin programar el trabajo. Para cuidar de que no se pase el tiempo en una tarea concreta, puede venir bien un reloj de redes sociales.

Y, para apuntar las tareas que quedan por hacer o ideas sobre contenido o promoción en redes, una libreta-disquete es perfecta:

Creatividad

Para sobresalir en un mundo donde todas las marcas tienen ya presencia, hay que recurrir a la creatividad. Pero, a veces, esa idea genial no llega. Picasso decía que la inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando. Pero también puede llegar tras unos minutos de brevísima siesta en el propio puesto de trabajo:

Además, no son pocos los días que el Community Manager tiene que quedarse trabajando hasta altas horas de la madrugada. En ese caso, el cojín-archivador será de mucha utilidad.

Móvil

Y nos referimos a él como profesional, no a los dispositivos que usa. El Community Manager trabaja en la oficina, en casa, en una cafetería (mejor con wifi) y, por supuesto, se lleva el portátil o la tableta a las reuniones con los clientes. Con esta funda dará un toque de estilo personalizado con imágenes de Instagram a su dispositivo portátil.

Otras ideas

La profesión de gestor de comunidad puede tener altos niveles de estrés, así que siempre es buena idea cualquier actividad desestresante:

• Un buen masaje
• Clases de percusión, danza, yoga...
• Un taller de punto de cruz
• Hacer su trabajo por un día (o ayudarle): no sólo le liberarás de muchas tareas, también te darás cuenta de que no todo el mundo está preparado para el puesto